Despedir a un buen empleado

Obtén el mejor recurso humano

Por: Nicté Trujillo

Portada de la publicación

Despedir a un empleado es difícil para todos los involucrados; además puede generar incertidumbre en el equipo de trabajo, y representa una falla dentro del sistema de reclutamiento que debe analizarse.

Si bien, hay situaciones en las que es inevitable despedir a un empleado, por romper los acuerdos de su contratación o una falta de ética, también existe la posibilidad de que el empleado simplemente haya sido mal canalizado o contratado para la vacante equivocada. Es importante que antes de tomar la decisión de despedir a un empleado, evaluemos porqué nos encontramos en esta situación; si existe la posibilidad de reubicarlo dentro de la empresa, para aprovechar las cualidades y habilidades que reconocimos durante su proceso de reclutamiento, ¡hay que hacerlo!

Además es importante honrar la confianza que se generó durante la relación de trabajo. Si fue contratado es porque vieron en el empleado valores que podía aportar a la empresa y entender que puede que por falta de guía o motivación, no alcanzara las metas o cumpliera las expectativas de su puesto.

Antes de comunicárselo al empleado, debemos asegurarnos de haberle dado suficientes advertencias y oportunidades para mejorar su rendimiento y/o comportamiento. El empleado debe entender los motivos por los que se le están despidiendo y si solo ha recibido buena retroalimentación o nunca se le llamó la atención por hacer mal su trabajo, puede pedir que le den una segunda oportunidad y aunque sepamos que no es una buena idea, nos veremos obligados a hacerlo.

Hecho este análisis, y llegado el momento de despedir a un empleado, es importante tomar las siguientes consideraciones:

- No postergarlo. Se recomienda que hablar con el empleado al inicio de la semana, para que procese la información tranquilamente, deje sus asuntos en orden y pueda irse de la empresa sin conflicto.

- Tener empatía y compasión. No se debe salir de la oficina inmediatamente después de darle la noticia al empleado, dejando al departamento de Recursos Humanos para terminar con el proceso. Es importante apoyar al empleado en retribución por el buen trabajo que hizo y la relación de trabajo que existió.

- No dar falsas esperanzas. Si se tomó la decisión de despedir a alguien, debe haber firmeza en esa decisión, ya que para ese momento deben haberse agotado todas las demás opciones y no debemos permitir que las emociones del empleado nos hagan cambiar de opinión.

- Tener a Recursos Humanos presente. Si bien no se trata de que Recursos Humanos conduzca el proceso, es importante que esté ahí como apoyo para aclarar cualquier duda del empleado.

- Informar al equipo. Ya que se habló con el empleado y se ha concluido el proceso de despido, es importante informar brevemente al equipo, sobre el cambio en la empresa. No se trata de explicarles los detalles del despido, sino de aclarar las dudas que pudieran surgir sobre el puesto que se queda vacante, las responsabilidades que se deben asignar a otros empleados y tranquilizarles sobre posibles rumores de recorte de personal.

Siguiendo estas recomendaciones, este proceso puede hacerse más llevadero para el empleado y para la empresa, ya que la separación será en buenos términos y se evitarán conflictos.

Te recomendamos leer:

Líder como marca empleadora

¿Cómo dejo una buena impresión ante mis candidatos?

Sé un coach para tu equipo

Un líder o directivo tiene como objetivo obtener o entregar determinado resultado, ya sea económico o profesional, es por ello que las principales preocupaciones en el ámbito laboral se basan en ...

Despedir a un buen empleado

Despedir a un empleado es difícil para todos los involucrados; además puede generar incertidumbre en el equipo de trabajo, y representa una falla dentro del sistema de reclutamiento que debe analizar