Una carta de agradecimiento

Futuro profesional

Por: Guadalupe Ordonez

Portada de la publicación

Es casi imposible no ponerse sentimental en estos días, las golpizas emocionales nos pueden llegar a sofocar. Son días llenos de melancolía que nos hacen recordar algunas despedidas y celebrar algunos comienzos. Espero que en los momentos difíciles tu yo del futuro te hable bonito y te acompañe, porque sin duda tú eres tu más grande cómplice. Tal vez en este preciso momento no te encuentras en el empleo o lugar soñado pero tranquil@, el próximo tren pasará por ti mientras tanto camina, háblate y aliméntate de cosas que te llenen de amor y confianza.

Aquí un agradecimiento a todos aquellos que me dijeron que no podía y también a aquellos que sin parpadear no dudaron de mí. Fue un año donde algunas veces no sabía por dónde comenzar y otras cómo terminar, algo así como cerrar ciclos sin querer salir corriendo, pero bueno como esa no era ni fue una opción se convirtió en un camino de transformación, donde mi tristeza y enojo me han llevado a escucharme y cuestionarme si me siento cómoda o feliz donde sea que me encuentre parada en todo momento pero sobre todo si de verdad quiero continuar ahí.

Si hoy no estás donde quieres, no te culpes; mientras tanto aprende de ello y recuerda cuanto has avanzado, todavía no estás donde quieres pero ya no estás donde te encontrabas hace unos años. Y aunque lo más sencillo sea quejarnos, apapachémonos y enfoquémonos en lo bueno, seamos amables y pacientes con nosotros mismos porque seremos quienes nos llevemos al siguiente nivel.

Te recomendamos leer:

Haz de tus debilidades, fortalezas.

Al conocernos podemos realmente saber cuáles son nuestras debilidades y enfocarnos en cómo podemos transformarlas o emplearlas a favor.

Cómo elegir entre habilidades y personalidad

Muchas veces nos enfrentamos a la disyuntiva de elegir entre dos candidatos que pueden desempeñar muy bien el cargo pero que tienen un perfil muy diferente.

Controla tus antojos azucarados

Si durante tu jornada laboral consumes con frecuencia alimentos dulces o con harinas refinadas, puedes tener una adicción al azúcar y no saberlo.