Para muchos tener una rutina puede ser favorable y valioso ya que proporciona control y gestión efectiva del tiempo. Sin embargo, entendemos que para algunos una rutina puede ser significado de monotonía. Te ayudaremos a planear una rutina para que sea tu aliada e incrementará tu productividad sin caer en lo repetitivo.
1. Define que deseas lograr
El primer paso es identificar tus metas y los pasos para lograrlas, tómate un momento para reflexionar sobre tus objetivos, puedes escribirlos para visualizarlos con mayor claridad. En las rutinas no hay pasos predefinidos, lo bueno de todo esto es que TÚ tienes el poder de hacerla a tus necesidades.
No todas tienen que ser grandes metas, puedes comenzar con beber agua al despertar o tender tu cama antes de salir de casa.
2. Identifica tus prioridades
¡Ya tienes tus metas! Ahora es momento de priorizarlas. Para poder facilitar la definición de tiempos y recursos te recomendamos definir los plazos de tus objetivos:
- Corto: Son aquellas que se pueden lograr en un periodo de semanas o meses.
- Mediano: Metas para periodos de 6 meses a un año.
- Largo: Objetivos que te tomarán más de un año.
Sé realista al establecer plazos y reflexiona sobre lo que realmente importa para ti y elimina lo innecesario, concéntrate en lo esencial, así podrás gestionar tu tiempo y lograrás más rápido tus metas.
3. Organiza tus tiempos
Es momento de dar una estructura a tu día, utiliza bloques de tiempo y una programación efectiva. Comienza identificando los roles que desempeñas, en el trabajo, escuela, familia, amigos, etc.
Divide tu día en bloques, comienza con aquellas actividades que tienes que hacer día a día si o si, como ir a trabajar o a la escuela. Así no solo lograrás tus objetivos, sino que también tendrás momentos recreativos y una rutina equilibrada. Sin embargo, un consejo para que no sea monótono y aburrido: no enfoques toda tu rutina en torno a ello, da espacio para ti mismo, dar una caminata, un momento de self care, ver a tu familia y amigos o simplemente recostarte un momento, ¡tu salud mental es primero!
4. Sé flexible
No pasa nada si tu rutina no es perfecta, para que una rutina sea efectiva debe de haber flexibilidad y adaptabilidad. La perfección no es un objetivo.
Es totalmente normal si debes ajustar tu rutina a nuevos desafíos y oportunidades, deja un espacio para imprevistos o nuevas experiencias, no tienes que planear cada minuto de tu día. Ve los cambios como una oportunidad de mejora y sobre todo, no olvides celebrar pequeños logros.
5. Apóyate de herramientas
Puedes utilizar aplicaciones en tu teléfono movil, en las tiendas de Apple y Google encontramos una gran variedad de opciones: calendarios, aplicaciones de productividad o recordatorios. Seguro encuentras una que se adapte a tus necesidades.
Si tienes preferencia por algo tangible la mejor opción puede ser un diario. En él puedes tener listas, tomar notas y trazar tus objetivos.
A través de una vida organizada encontraremos una guía para alcanzar nuestras metas y más allá de ser esclavizante es de gran ayuda en nuestra travesía hacia el progreso en nuestra realización personal.
¡NO TENGAS MIEDO A LA RUTINA!
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